Los ocupantes, en su mayoría senegaleses y malienses, salieron el dos de agosto de Marruecos. Después de varios días en alta mar, sus provisiones de comida y agua se fueron agotando. Exhaustos, hambrientos y enfermos, sin saber a dónde les llevaban las corrientes, empezaron a morir uno tras otro, según el testimonio de los supervivientes. En total, estuvieron 14 días a la deriva hasta que fueron encontrados por los guardacostas mauritanos frente a las costas de Nuadibú. Sobrevivieron 6 hombres y una mujer.