Una persona que conozco me contó una vez que, en el lugar donde le enseñaron sobre márketing empresarial, le enseñaron que el origen del márketing era en los antiguos charlatanes del oeste, aquellos que prometían una fuerza y vitalidad asombrosa por beber un elixir que él mismo producía y comercializaba. Ni que decir tiene que era una estafa, pero, muchos ingenuos picaban ante estos cantos de sirena. ¿Ha cambiado este método a día de hoy? Y es que és eso, un método. Unas palabras, una imagen, un slogan que te promete de todo pero que la única finalidad que tiene es venderte el producto que fabrican.
¿Y cómo funciona este método? Es muy simple, se trata de prometer al potencial consumidor sobre los beneficios de consumir su producto, ya sea mediante engaño o creando una falsa necesidad. Mediante costosas campañas publicitarias te pueden enseñar estilos de vida que anhela el potencial consumidor y crearle la necesidad de que si adquiere ese producto, podrá estar a la altura de ese ansiado estilo. Lo único que cambia es la forma de mostrar el engaño mediante creatividad, pero el engaño no cambia.
Hay diferentes tipos de potencial consumidor y, por lo tanto, diferentes opciones de mostrar el engaño. Cuanto menos inteligente sea el consumidor, menos se centrará la campaña en mostrar el producto y más en mostrar una historia divertida o exagerada. En contraposición, cuando una campaña va dirigida a un consumidor que es un empresario, esta será más simple y sin costos, ya que la mayoría de empresarios recurren también a este método y conocen sus secretos.
¿Cuando fue la última vez que te enseñaron un producto sin mostrarte lo esencial que es para tu día a día? Cada vez las campañas publicitarias son más engañosas, ofreciendo descuentos que luego no lo son, u omitiendo la letra pequeña que viene si adquieres su producto. Si te cuentan un chiste en lugar de mostrarte su producto, no lo compres. Si te dicen cómo tienes que ser, no lo compres. Si te quieren hacer creer que vas a ser irresistible, no lo compres. Si te ofrecen un descuento, no lo compres.
En la mayoría de ocasiones, la calidad del producto está relacionada por lo poco que lo mencionan en su campaña. Un producto que ni siquiera es mencionado, es un producto que no vende. Además, estas campañas valen mucho dinero, y casi siempre se financian descontándolo de la calidad del producto o del salario de los trabajadores que intervienen en la producción.
En conclusión, el márketing es el método empresarial que, mediante engaño, pretende hacer creer al potencial consumidor que la mierda que le están vendiendo es oro puro. Así que, cómo decía aquella campaña, no seas tonto.