El rojipardismo, como algo despectivo, en general se aplica a un tipo muy concreto de actitud, más que de ideas, que tampoco suelen ser muy originales.
En este sentido, lo serían quienes insisten en que son de izquierdas pero que, en la práctica, suelen defender los postulados de la derecha, o al menos son bastante acríticos con éstos. Y en cambio suelen ser tremendamente críticos y combativos con el resto de la izquierda, a la que califican de vendida (más cuanto más progresista sea, curiosamente), aunque sin apenas defender alternativas a favor de postulados de izquierda realistas.
Es decir, su supuesto izquierdismo sólo se basa en la crítica a la izquierda, no en su defensa. Y al contrario, a menudo se llevan de maravilla con la derecha, especialmente con la más extremista, hacia la que demuestran una tolerancia y complicidad muy elocuentes.
Por ejemplo, habitualmente compran el argumentario de la derecha contra lo que ésta llama "izquierda identitaria", porque según ellos impide las "auténticas" políticas de izquierda. Pero a la vez defienden típicas ideas de la "derecha identitaria", que por lo visto no impiden nada, como el nacionalismo, el antifeminismo o el rechazo a los migrantes.
Este tema es muy obvio: se quejan de los migrantes pobres, especialmente de los africanos, pero no de los que vienen de países ricos. El problema, según ellos, es que nos "roban" puestos de trabajo, sin tener en cuenta que estos suelen de muy baja categoría y habitualmente rechazados por los españoles, por lo que apenas generarían desempleo pero sí actividad económica y consumo de productos básicos, lo que también crea empleo.
Es más, en su discurso se quejan muchísimo menos del desempleo y los perjuicios que provocan la deslocalización o la entrada de empresas multinacionales, que apenas tributan en España pero destruyen el tejido económico. Posiblemente Amazon ha creado más paro, destruyendo a pequeños comerciantes (y el [auto]empleo que éstos proporcionaban), que todos los inmigrantes que jamás hayamos tenido. Y no hablemos de empresas españolas que se trasladan a Marruecos, por ejemplo, para importar en Europa productos agrícolas que compiten tirando nuestros precios a la baja. Esto ni lo suelen mencionar.
En cambio, lo que sí usan a veces es la excusa de la supuesta criminalidad de los inmigrantes, o de su abuso de los servicios públicos, por lo que acaban comprando en todos sus puntos el marco de la derecha.
Y de izquierdas, ¿qué defienden? Pues habitualmente un obrerismo caduco y anacrónico que prácticamente nadie compra porque lleva cuarenta años siendo obsoleto y sobre el que tampoco suelen argumentar ni concretar demasiado. A la derecha le encanta eso: en tiempos en los que nadie se considera "obrero" porque todos somos "clase media", hablar de obrerismo es regalarles la partida, evidentemente.
Fuera de eso, también suelen defender educación y sanidad públicas, por ejemplo. O el control de precios de la vivienda. Cosas que también defiende la mayoría de la izquierda, incluida la que desprecian, e igualmente una parte de la derecha más conservadora.
Otra cuestión muy característica es el abstencionismo: suelen decir que el voto no sirve de nada, o incluso que votar es algún tipo de "colaboracionismo" con el sistema. Pero esto también lo dirigen sobre todo a la izquierda.
Podemos verlo fácilmente en menéame: en noticias que desmotivan a la izquierda (corrupción, incumplimientos electorales, etc.) a menudo hay algún personaje defendiendo que no hay que votar, o incluso culpando a quienes votan. Pero esos mismos no tienen un discurso igual en noticias que puedan desmotivar a la derecha... ¿Solemos ver que se defienda el abstencionismo en noticias sobre las mentiras de Alvise a sus votantes, por ejemplo?
Por supuesto, que alguien defienda alguna de las cosas que menciono, u otras, no implica que sea un "rojipardo" como algo despectivo. Todas ellas pueden defenderse legítimamente desde postulados de izquierda por personas que no niegan otras ideas progresistas y critican a la derecha. La diferencia es, sobre todo, la actitud de ataque constante a la izquierda, con escasa defensa de sus propias ideas, combinada con una evidente conformidad (cuando no clara defensa) de ideas y marcos de la derecha.
Ah, y por último, también hay un tipo de rojipardismo que disgusta a la derecha precisamente porque, al defender muchos de sus marcos y atacar tanto a los partidos de izquierda, llega a ser capaz de competir con ella quitándole votos. Por ejemplo. Como vemos, también tienen cosas buenas...