La Mortadela Olona, es el lado fémimo de nuestro entrañable y simpático Mortadelo, un personaje de cómic de un clásico del género, "Mortadelo y Filemón" del genial caricaturista Francisco Ibáñez, hecha a la política, que figura como dirigente y porta coz de un partido del que muchos han oído hablar hasta la saciedad y la cansidez extrema, un partido de extrena derecha para muchos y de extremo centro para algunos. Para que se hagan una idea de quién estoy hablando en concreto: Macarena Olona, es una política española muy española, mucho española que milita en un partido que no voy a nombrar, pero del que sí me apetece describir en tres palabras: Violencia, Odio y Xenofobia, y no hay más de que hablar, porque esas tres palabra definen a la perfección su carga ideológica y su posterior programa politico, hecho a imagen y semejanza del ala más radical y extremo del Partido Republicano estadounidense, el ala trumpista, que calca su discurso hasta la última coma, sin salirse un ápice el guión.
Macarena Olona, "La Mortadela" para sus "entrañables", es sorpresivamente, agarrarte el cubata, nen...Abogada del estado ni más ni menos, por lo tanto cabe imaginar y es más que cierto, que La Mortadela conoce la ley y sus leyes, y me atrevería a decir que conoce como pocos La Constitución Española. Y mucho os preguntaréis ¿Cómo es posible que esta mujer con la titulación que tiene, desvaríe tanto a la hora de salir al atril?. Pues sencilla y llanamete, porque la política para esta mujer y para su partido político, es una mascarada y un baile de disfraces, puro transformismo, bástele pues a esta mujer, cambiar el disfraz de abogada del estado por el de Bad Woman cuando toca, aun que haya que hacer trizas el estado de derecho, justificando lo injustificable. No les importa, para esta gente, en política todo vale según qué cosas, basta con mentar a la defensa de la nación y el todo por la patria, aun que haya que pisotear derechos y libertades. En resumen, La Mortadela encarna la imagen de un estado fallido, un estado débil, que tiene que recurrir a sus malas artes, con el espionaje, montado a lomos de Pegasus, ese caballo que es parecido al de Abascal, pero con alas, para defender su España, una España que no es capaz de convencer y ponerse de acuaerdo con el diálogo y la negociación, sin antes recurrir a la violencia institucional, una España trasnochada en la noche de los tiempos, retrogarda, cerril y ultramontana. Eso es lo que representa La Mortadela, que va camino de su querida tierra andaluza, aún que sea de Alicante, y la tendreis de candidata al parlamento andaluz con su nuevo disfraz de lagarterana, y caloará, por su puesto que colará, por que trae todo lo que le gusta a muchos españoles de bien y andaluces en particular, más toros, más señoritos, más vírgenes y romerías, ingredientes infalibles en esa España profunda, que tan bien describió "Los Santos Inocentes" de Miguel Delibes.