Ser oficial de puente a bordo de un barco implica el ejercicio de innumerables responsabilidades que implican a todos los diferentes aspectos de la operación del buque. Es un trabajo altamente técnico y apasionante en el que la persona responsable debe asegurarse de que el barco navegue de forma segura con el rumbo correcto y cumpla con todas las reglas de navegación.
Pero, y especialmente en la actualidad, no solo la navegación es la principal responsabilidad de todo oficial, sino que documentación y los demás aspectos administrativos también tienen la misma importancia (si no mayor) en los quehaceres diarios.
Puede decirse que, en lo que respecta a la navegación del buque, que esta está en manos del oficial de cubierta que atiende el puente (también denominado Oficial de la Guardia) y de la asistencia prestada en el desempeño de sus funciones por otro miembro de la tripulación en el puente. Una vigilancia correcta y adecuada por parte de estas personas garantiza que el buque nunca se encuentre en una situación de emergencia, como una colisión, una varada, etc., que exponga al buque a daños y responsabilidades.