El público general suele ver a la Filosofía como un juego oscuro al que no es divertido jugar. Si los filósofos no encuentran una forma de comunicar la importancia de la Filosofía, no deberíamos sorprendernos de que nadie más entienda por qué la Filosofía es importante. Este malentendido es triste, ya que la Filosofía se enfrenta a cuestiones importantes que afectan a la gente real.