El domingo vi la primera camisa de manga corta de la temporada. Era un amigo. "¿Pero qué llevas puesto?", pregunté contrariado. Me parece que no deberían existir tales camisas. Qué necesidad. Son el hito irrisorio de la moda. Ya existen las camisetas de manga corta, y son perfectas, no necesitan hermanas pequeñas. Ojalá desaparezcan algún día, o queden reducidas a folclore, a poquita cosa, como el bicarbonato, los zapatos de rejilla, la primera novela, las cajas de cerillas, la raya al medio.