La Universitat de Lleida monitoriza niveles de hidratación de temporeros de la fruta con dispositivos digitales que miden el sudor en tiempo real. “Hace mucho calor, yo cada 20 minutos bebo agua”. Lo cuenta Modou Top mientras coge peras en Tèrmens (Lleida), uno de los días más calurosos de julio, a más de 35 grados. “El día más caluroso, el 24, el termómetro marcó 36,8 grados, los temporeros adelgazaron en cuatro horas una media de 1,2 kilos. El que más peso perdió adelgazó 2,1 kilos y el que menos medio kilo."