El llamado «Síndrome de la rana hervida» parte de la siguiente premisa: si ponemos una rana en una olla con agua hirviendo saltará instantáneamente, en cambio si la introducimos en agua tibia y luego se lleva a ebullición muy despacio, el animalico no percibirá el peligro y morirá quemado.
Comentarios
Vaya, la historia de la rana fue escrita por un escritor de desarrollo personal y no por un biólogo.