A veces no comprendemos la magnitud al aferrarnos a algún objeto, pensamiento o persona. No percibimos lo mucho que nos aferramos a ello hasta que comenzamos a perderlo o bien cuando es hora de soltarlo. El apego se puede presentar de diversas formas; intelectual, material y emocional, no tiene porque haber un nivel de aferración hacia la situación, simplemente querer soltarlo es doloroso, difícil y tiene un proceso que lleva su tiempo dejarlo ir.