Fue, de hecho, una labor propia que el dueño de la finca decidió realizar en su tiempo libre, construyendo el castillo poco a poco e inventando la historia para acompañarlo. Uno a lo mejor pensaría en una estructura pequeña, con pocos detalles, parecido a un castillo para el patio del colegio, o algo que verías en un campo de golf. No, amigos míos, esta estructura, digna de los elogios de un caballero andante de La Mancha, es una obra maestra dedicada nada menos que a Cristóbal Colón.
|
etiquetas: málaga , viajes