Casi toda la extensión de las Cameron Highlands está cubierta por increíbles mantas de matojos de té que parecen remiendos de terciopelo más que lo que realmente son. Increíbles miradores, cafeterías para degustación con alucinantes vistas, cascadas, bosques ancestrales y recolectores de té al borde del camino. Un oasis diferente en el interior del sudeste asiático.
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