Cualquier persona que haya vivido en una zona sísmica puede dar fe que las placas tectónicas están en constante movimiento. Algunas se separan dando espacio para la formación de océanos y otras van chocando entre sí, creando cadenas montañosas enteras. Esa actividad geológica es la que, en gran parte, ha ayudado a la creación y luego evolución de la vida en la Tierra.
|
etiquetas: tierra