Los aviones militares, no solo los cazas, también los de transporte o los de reabastecimiento en vuelo, son sistemas cada vez más complejos con elevados costes de operación. Por ello, los fabricantes como Airbus apuestan por el entrenamiento en tierra en sofisticados simuladores de vuelo, en los que una hora dentro prácticamente corresponde a una hora en el aire, que permiten la completa formación de pilotos, pero también de operadores de carga y de misión e incluso mecánicos, a la vez que disminuyen los costes.