El Parkinson está experimentando un crecimiento acelerado. Entre 1990 y 2015, la cantidad de pacientes que sufren este trastorno neurodegenerativo se duplicó, superando los 6 millones. Y se estima que este número volverá a multiplicarse por dos en 2040. La mayoría de los casos se atribuyen a desencadenantes ambientales. Entre los más destacados se encuentran los golpes repetidos en la cabeza, asociados con actividades como el fútbol americano, y la exposición a herbicidas y pesticidas.