Una nueva investigación dirigida por geocientíficos de la Universidad de Utah vincula las temperaturas de la superficie del mar con los niveles de CO2 atmosférico durante este período, mostrando que ambos estaban estrechamente relacionados. Medimos la composición química del boro en las conchas y, utilizando modernas observaciones, podemos traducir esos valores a las condiciones del agua de mar del pasado La investigación se publica en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences:
www.pnas.org/doi/10.1073/pnas.2318779121