Un maldito casco habría salvado la vida de este chaval de 22 años cuando desmontaba el escenario de un concierto de los cuarenta principales. Una barra de hierro impactó en su cabeza y tras 5 días en coma falleció. La respuesta de la empresa fue acelerar el trabajo y repartir cascos para eludir 'problemas' con la inspección. Según los cuarenta principales: el concierto fue un éxito (y nada más). La familia no ha recibido de la radio una sola muestra de condolencia. ¿Dónde está la justicia?
|
etiquetas: trabajo , inseguridad , muerte , cinismo