Las abejas están desapareciendo de forma alarmante y aunque se culpa a la agricultura o a la aparición de algún virus, no se sabe con seguridad cuál es la causa. Como una gran cantidad de plantas dependen de ellas para la polinización (entre ellas una buena parte de nuestra comida), su desaparición sería una catástrofe para la biodiversidad, con enormes consecuencias para la humanidad, que se quedará sin algo más que la miel.