A pesar de que la Constitución establece que "todos los ciudadanos españoles" tienen la obligación de conocer el castellano, el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional contra los jóvenes que quemaron fotografías de los Reyes ha quedado aplazado al no encontrarse en las dependencias "un traductor catalán". Jaume Roura y Enric Sterne están acusados de un delito de injurias graves a la Corona, motivo por el que la Fiscalía del Estado pide para ellos un año y tres meses de prisión.
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