Este autor de Historias de España me ha removido la conciencia de como las grandes potencias hacen y deshacen a su antojo con las minorías, Es el caso del Tibet y la muy querida China (te quiero por tu dinero). El deporte, salvo honrosas excepciones de algunos Quijotes, solo sirve para conseguir votos, vender ciertas marcas y en resumen para hacer dinero. Los deportistas son esos que sufren para poder entrenar, compaginar vida familiar, laboral y deportiva. Les admiro. Si yo fuera atleta no iría a China. Hoy no es 1936, pero casi para Tibet.
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