Era una carrera ilegal, pero no de las habituales. En esta ocasión los conductores no eran adinerados rostros famosos -véase Adrian Brody- que hacían valer su cuenta corriente para circular a toda velocidad por las carreteras catalanas. Esta carrera era 'low cost' pero igual de peligrosa para la seguridad vial.La ruta 'Bangers 2008' consistía en llegar al aeropuerto de El Prat desde Inglaterra, con vehículos viejos y ornamentos vistosos. Tan bajo era el valor de los vehículos que los participantes de la carrera tenían previsto abandonarlos