El lenguaje es la trampa. Por eso cuando nos lamentamos de nuestra baja productividad ocultamos que aquí todos queremos "colocarnos" en lugar de trabajar en serio, todos aspiramos a ser los funcionarios que luego criticamos por el "cafelito". Por eso admiramos secretamente -de cara a la galería también nos escandalizamos- la picardía de los corruptos a los que no dejamos de votar... Cada uno busca su pequeño interés, su parcelita de poder y placer pero se presenta como "solidario y avanzado".
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