El Gran Dictador (1940), fue una película rodada en plena Guerra Mundial. Los acontecimientos han cambiado, pero las circunstancias siguen siendo similares. Sólo hagan el ejercicio de cambiar la esvástica por el $. Los dictadores de hoy día se guarecen tras las alargadas sombras de sus corporaciones y bancos, esclavizando al pueblo por medio de la deuda y cebándolo mediante el falso y efímero bienestar del consumo. Un discurso para la historia. El mejor que haya podido escribirse y decirse. Que aprendan algunos. O mejor aún, aprendamos todos.