Pese a que las personas con síndrome de Down van ganando calidad y esperanza de vida, las parejas se resisten a tener un hijo con down. El 95% de las embarazadas que reciben la noticia deciden interrumpir el embarazo. En los últimos 25 años, los nacimientos de bebés con down han descendido bruscamente (14'78% en 1980-1985, 5'86 en 2005
www.downcantabria.com/revistapdf/93/68-70.pdf), debido al diagnóstico prenatal y a la actual ley del aborto. Nunca llegaremos a un cero total, ni en down ni en otras malformaciones, pero van a la baja.