Los bajos tipos de interés han favorecido un crecimiento de la deuda privada sin parangón en nuestra historia. El auge inmobiliario vivido en España ha permitido que la deuda viva haya pasado de representar en 212 por ciento del PIB nacional en 2002 al 344 por ciento en 2007. En este último año, la economía española sólo generaba 28 céntimos de PIB por cada euro de deuda comprometido. Las malas inversiones financieras que pone de manifiesto ese dato dispararán los impagos.
|
etiquetas: economia