A pesar de el combate contra el cultivo de opio fue uno de los argumentos esgrimidos para la última gran ofensiva de la OTAN en el sur de Afganistán, ahora los altos mandos aliados defienden la decisión de no aplicar la política de erradicación de las plantaciones de amapola. "Las fuerzas estadounidenses ya no erradican".Anteriormente señalado como fuente de financiación de los talibán, la OTAN sostiene ahora que supone el sustento para entre el 60 y el 70 por ciento de los agricultores de Marjah.