Hay nombres malditos. Y está claro que Lorca es sinónimo de tragedia: en 1936 y en 2011. Y en ambos casos la tragedia se utiliza con fines políticos. Obviemos, porque no toca, las fosas y la memoria histórica y centrémonos en la rebelión de la madre Tierra. En la carrera por lograr el premio fotográfico Madre Teresa de Calcuta, Rajoy ganó a Zapatero. Y aunque la campaña se silenció oficialmente, no faltó quien enturbiara el silencio luctuoso con el ruido de sus proclamas.