Ellos se encargarán de la logística del combustible, del tráfico aéreo, del tránsito en tierra, de la aduana y de coordinar a las 1.500 personas que trabajan en el aeropuerto, donde también está el mejor hospital de Afganistán, construido por franceses, y edificios protegidos a prueba de proyectiles. «Por eso no hay refugios», dice Villar. Pero sí una cancha de baloncesto.
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