La autopreservación es algo que la mayoría de los humanos se toma bastante en serio, despues hay unos pocos que lo llevan al extremo. Enfrentados a ataques, reales o imaginarios, llevados a cabo por armamento nuclear, biológico y químico, algunas personas optan por ir 25 pies bajo el suelo, rodearse de hormigón, un complejo sistema de filtracíon de aire, raciones de supervivencia y esperar al fin del mundo. Este fue el tema del fotógrafo Richard Ross, que se pasó cinco años viajando por 3 continentes fotografiando interiores de búnkers.