«Mi padre es instalador de gas y mi madre ama de casa. Ellos nos animan mucho a ir a la Universidad, a mí y a mis dos hermanas. "No quieras una vida como la mía, búscate un futuro mejor", me insiste mi padre desde que yo era pequeña», cuenta Soraya Alves. Así que esta gijonesa del barrio de Tremañes siempre ha dado por hecho lo que, hoy por hoy, todavía resulta extraordinario para la comunidad gitana.
|
etiquetas: gitanos , educación