En la Comunidad de Madrid hay un caso digno de estudiar entre los genoveses originales y genuinos. Se trata de uno de sus miembros más cualificados que presenta claros síntomas de doble personalidad. Dependiendo de la hora del día intenta que la aplaudan sus correligionarios genoveses para poco después intentar que, cambiando el discurso y la pose, el resto de los humanos la saquen a hombros