La promotora del Extremúsika dice que les han tratado mal desde el ayuntamiento de Cáceres. La alcaldesa lo niega, se enfada y crea otro festival en Cáceres mientras se llevan el Extremúsika a Mérida. Conclusión: dos festivales de rock, más diversión. Este caso recuerda mucho al del Viña Rock con Villarrobledo que ha hecho que este año 2008 hayamos disfrutado de dos súperfestivales.
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