Si no fuera porque la policía lucense descubrió a una de las redes que se dedicaban a traer coches robados a la capital, no habría podido llegar a saberse que la Jefatura Provincial de Tráfico era una coladera, algo que seguramente sabían los que estaban detrás de la operación. En este departamento, investigado actualmente por un juzgado por quitar multas, dieron por buenos documentos falsificados para matricular, y por tanto, legalizar varios vehículos de alta gama
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