Parece ser que el Gobierno francés se empieza a inquietar por las reiteradas protestas de estudiante, amenudo espontáneas y sin organización aparente (no controladas por las organizaciones oficiales de estudiantes), en ocasiones sin eslóganes, duras y de inusitada violencia, en diferentes puntos del país. Los 600 manifestantes de Brest o 2000-3000 de Burdeos de los últimos días son claros ejemplos de dichos movimientos. Sorprende la baja participación en la región de París, que hace presagiar la preparación de grandes movilizaciones para Enero.