El aeropuerto de Barajas, de todos los ciudadanos y cuya rentabilidad es vital para poder sanear adecuadamente AENA, grupo aeroportuario con una deuda de 14.000 millones, sufrió el año pasado un deterioro alarmante en el negocio, con una pérdida del 9% en el número de viajeros que utilizaron sus terminales, y operando al 64% de su capacidad. La razón fundamental es la reducción del tráfico de Iberia, que cuenta con un monopolio en la nueva terminal, T4.