La sociedad de la vigilancia puede facilitar los servicios que necesitamos, pero resulta cuestionable, injustificable y opresiva...la mayoría de la gente no sabe lo que significa, y la percibe como algo de ciencia ficción y no de la vida cotidiana...pocos van a discutir que el Estado utilice la tecnología para la lucha contra la delincuencia. Pero un Estado democrático exige transparencia y que las medidas a utilizar sean respetuosas con el régimen de garantías. Nos adentramos en un modelo de sociedad basada en la desconfia y no en la libertad