Muchos fueron los logros de la revolución sandinista para uno de los máximos exponentes de la Teología de la Liberación. Pero su país dejó de ser un referente hace años. ¿A qué se debe ese desencanto por Nicaragua? "A la pérdida de la revolución y la traición que los que ahora gobiernan Nicaragua hicieron de ella. Allí no hay nada de izquierda, nada de revolución, nada de sandinismo. Lo que hay es nada más corrupción y dictadura. Una dictadura fascista, familiar, de Daniel Ortega, su mujer y sus hijos".