Si hay algo que defina el esfuerzo del pueblo por hablar bien es el uso de infinitivos: “Por mi parte, decir que yo no robé esas gallinas”. Si hay algo que defina el esfuerzo de los comentaristas de Menéame por escribir bien es el uso del famoso “amén de”. Hay una jerarquía, hay normas y disciplina. Además, no se toleran las faltas de ortografía. No pasan una, son talibanes, y es el primer gesto de integridad de la sociedad española; Cualquier periodista que se precie toma el pulso a Menéame a diario. Vía @erlang
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