La policía le requisó los caramelos y le denunció a partir del artículo 28.9 del Reglamento Municipal de Costas y Playas del término municipal de Las Palmas de Gran Canaria y es que "No tenía permiso de Sanidad para repartir caramelos, ni nada". También denunció a un hombre por salir en defensa de Antonio Miguel. Lo curioso de la historia es que Antonio Miguel ni vendía ni publicitaba nada, sólo pretendía arrancar unas sonrisas a los pequeños.
|
etiquetas: derechos