El nepotismo de los poderosos acaba por pasarles factura. Tarde o temprano siempre toca pedir responsabilidades por enchufar o favorecer a los familiares.La salida de Alberto Oliart de RTVE no ha podido ser por la puerta grande. Su gran día se lo ha aguado su hijo Pablo. Aunque el ya ex presidente del ente público ha basado su renuncia sólo en motivos personales, la sospecha planea
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