El Concello de Oia albergó ayer un pleno sin oposición. Y habrá más si el alcalde, Alejandro Rodríguez, no se retracta de los insultos dedicados en la anterior sesión, en noviembre de 2012, al portavoz del BNG, Miguel Giráldez. El regidor le llamó "enfermo mental" y le dijo incluso que lo habían metido "en una secta", de la que "no es capaz de salir". Relacionada: "Lo dije con humor, sin mala intención"
www.farodevigo.es/comarcas/2013/02/26/dije-humor-mala-intencion-arregl