"Recuerdo que Quentin vino un día a casa con un guión bajo el brazo. Estuvimos hablando toda la noche", explicó Pitt en conferencia de prensa, tras el estreno mundial del largometraje (Inglorious Basterds). "A la mañana siguiente recuerdo que había cinco botellas de vino vacías en el salón. Al parecer había aceptado rodar la película", explicó el actor del filme, que compite por la Palma de Oro del Festival Internacional de Cine de Cannes.
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