Un amigo llama a la puerta de tu casa pidiéndote entrar. A los pocos minutos, estando tu amigo aún bajo un extraño shock nervioso, llama a tu puerta un señor con un cuchillo de carnicero en su mano y te dice:- Por favor, necesito encontrar a tu amigo porque siento el deseo de perforar sus órganos vitales con este arma blanca hasta causarle la muerte ¿está en tu casa? La pregunta que Kant se plantea en esta situación es
¿debemos mentir o decir la verdad al señor del cuchillo? [ADM: Caché
bit.ly/podemos-mentir ]