En febrero de este año, Linfeng Deng, un madre de 42 años, fue detenida mientras recorría con su hijo la ciudad de Jiamusi, en el noreste de China. Ambos fueron reportados a la policía en una estación de trenes, cuando guardias de seguirdad vieron que la mujer llevaba folletos sobre la disciplina espiritual Falun Gong. Desde que el régimen chino comenzó a perseguir a Falun Gong en 1999, prohibió poseer materiales relacionados con la práctica.
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