c+p «Soy un peleón. No me gusta que me impongan las cosas», afirma José Rivera Vila, prejubilado de banca de 58 años. En octubre del 2006 comenzó su epistolar relación con la Xunta, cuando en la delegación coruñesa de la Consellería de Economía e Facenda solicitó el modelo 600 para el impuesto de transmisiones patrimoniales, que incluye 4 hojas de instrucciones, y se lo dieron todo en gallego. «Soy de aquí y entiendo y hablo el idioma, pero me puse en el caso de una persona de fuera y lo pedí en español», recuerda.
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