Apenas cumplió los seis años, su cara empezó a desfigurarse. Los médicos le diagnosticaron neurofibromatosis tipo 1, un trastorno genético degenerativo que provoca el crecimiento de tumores benignos en o bajo la piel. Ninguna de las 30 operaciones a las que se sometió logró removerlos hasta que, en enero del 2007, el teléfono trajo la noticia: había aparecido un donante. Un equipo de cirujanos franceses le practicó un trasplante de cara, pero lo mantuvo a resguardo para evitar el acoso mediático.
|
etiquetas: hombre , elefante , desfigurado , transplante