En resumen, la semana pasada alguien incluyó mi perfil como posible Eurodiputado de una nueva organización: el Partido X. Debía decidir si aceptar o no la propuesta y, dado que el partido se define como una red, opté por resolver el dilema preguntando a mi entorno a través de las redes sociales. La conclusión: desconfianza. Nadie confía en el Partido X, y mucho me temo que por muy buenas razones. En concreto, tres: fraude, secretismo y opacidad. Hagamos autocrítica:
|
etiquetas: partido x , elecciones , política , mamoneo