Rubalcaba llegó al debate con Rajoy con una propuesta estrella bajo el brazo. Lo que ofreció como salida a la crisis era una petición a la UE para que retrase el cumplimiento de los objetivos de déficit al menos hasta 2015. El problema es que ni siquiera sus excompañeros en el Gobierno parecen estar de acuerdo con él. Elena Salgado, ministra de Economía y vicepresidenta segunda, ha rechazado de plano este martes por la tarde en Bruselas cualquier tentación de demora en el ajuste presupuestario. Sus palabras han sido claras (véase
#1).