En el occidente arrasado por la II Guerra Mundial, el mundo eligió, para reconstruir las ciudades ¡a un suizo capillitas! Le Corbusier. Yo vivía en un poligono y el día que fui al centro por vez primera comprendí, el hecho de que uno tuviese menos sensación de ser atracado y violado por la calle en el centro que en el polígano tenía mucho que ver con una cosa que se llamaba “arquitectura” y otra que se llamaba “urbanismo”. Elijan su mejor sillón, cojan puro y coñac, este es un post épico.
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