C&P: En breve: nadie mejor para hacer un seguimiento sin infundir sospechas que los propios guardaespaldas. Sus anotaciones repetidas a diario pueden parecer inservibles pero cuando menos se espera salta la excepción valiosa. Su interés se procesa más arriba, allí donde se fabrican los dossiers y los elementos para el chantaje. Siempre más contundente si ofrece perfiles sentimentales.
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